La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) continúa con el proyecto Biblioteca Humana. Leer para querer, una iniciativa que “trata de romper” los estigmas y prejuicios sobre algunas personas, al acercar a los lectores “las historias de vida reales que se esconden detrás de las portadas”.
En esta ocasión, y con motivo del Día de la Mujer, se ha organizado en la sede de la Cartuja de Sevilla una mesa redonda con Herminia Borja, cantaora y bailaora gitana, y Emilia Gálvez, de la compañía teatral Mujereando, formada por mujeres sin hogar; que ha moderado la periodista María Sánchez.
Su rector, José Ignacio García, ha presentado esta actividad. En su intervención ha afirmado que “hoy, en esta singular biblioteca, se van a leer extractos de vida, historias de las vidas de Herminia y Emilia”. “La UNIA tiene el mandato de mirar más allá de las aulas y la cultura nos ayuda a abrir esta mirada que nos permite conectar con la sociedad”, ha comentado.
La vida de Herminia Borja
Borja comenzó a cantar con muy corta edad, primero en fiestas particulares y, posteriormente, en tablaos de Sevilla. A lo largo de su carrera ha participado en grabaciones y compartido escenario con reconocidos artistas. Destaca su participación en la compañía de Paco de Lucía, con la que hizo una gira por todo el mundo. “Luchadora e independiente”. La UNIA subraya que es “una mujer poderosa que ha defendido siempre su sitio en el arte y en la vida, enfrentándose a tópicos y prejuicios”.
Esta artista flamenca llama a su libro Superviviente de la vida, porque, como explica, “ha sido mucho el esfuerzo y la lucha, y muy difícil ir contra mis propias raíces, pero he conseguido vivir a mi manera con la ayuda de Dios”.
Acerca de los prejuicios, asegura que ha escuchado repetidas veces: “no te vayas a fiar de esa gitana; no me pongas en el camerino con la gitana”, y ha sufrido como la seguían en las tiendas.
También ha narrado que ha sido una mujer maltratada que decidió divorciarse: “me quedé en la calle con mis tres hijos y sus pertenencias en una manta; estuvimos un mes y medio viviendo en el coche; mi madre y mis hermanos no vieron bien mi divorcio y dejaron de hablarme, y, además, porque me hice artista. Gitana, separada, con tres niños y se va a cantar… me vi muy solita”. Ahora lo único que pide a quienes las han rechazado es “que se pongan en nuestros zapatos, a ver si pueden andar”.
El relato de Emilia Gálvez
A Emilia Gálvez el teatro le ha transformado la vida. Tras formar parte de proyectos como el documental Mujereando, El quejío de una diosa o el corto Saldo O, se encuentra de gira con la obra Callejones sin estrellas. Gracias a esta nueva familia artística, “ha conseguido un piso propio, recuperar la ilusión y que su voz sea escuchada”.
Su libro, Sin palabras, cuenta su historia como mujer sin hogar: “viví siete años en la calle, con una soledad inmensa, a pesar de sentir que somos seres sociales, dando vueltas y vueltas sin ningún rumbo, que te hace volverte loca; pero al final es una historia de superación y supervivencia cuando encontré el teatro”.
Gálvez echa en falta más empatía y solidaridad con personas como ella y pide que se deje a un lado el egoísmo. “Yo quiero ser parte de la normalidad. El teatro me ha dado voz, me ha sanado y ha quitado lastre. En el escenario tengo la oportunidad de que el público me escuche y me aplauda cuando desnudo mi alma”, ha afirmado.
Los precedentes
La Biblioteca Humana de la UNIA cuenta ya con las historias del inmigrante senegalés El Hadji Medoune; la publicista y activista con distrofia muscular Anabel Domínguez, y la humorista y actriz Patricia Galván.
La de Medoune “podría ser una novela épica, de supervivencia y superación, ya que llegó en patera a Las Palmas de Gran Canarias”, añade la UNIA. Este joven geógrafo de 29 años ha estudiado Gestión administrativa y Comercio internacional y lidera la ONG Nuevo Tipo Inmigrante (NTI), desde la que ayuda a otros compañeros a homologar sus títulos en España o acceder a los planes de estudio.
Los colectivos estigmatizados
El sueño de Anabel, de Anabel Domínguez, es un “apasionado y sincero relato” en el que la felicidad de la protagonista contrasta con los prejuicios y comentarios dañinos que recibe cada vez que sale a la calle con su silla de ruedas. Esta publicista y redactora creativa de profesión, actualmente es creadora de contenido y ha creado el movimiento #Nosoyloqueves, que trabaja para desmontar los prejuicios que existen sobre las personas con discapacidad.
Además de su trayectoria como actriz y cómica, conocida por sus improvisaciones, de Galván destaca la UNIA que recibió en 2023 el Premio Arcoiris por su labor como activista por los derechos Lgtbiq+ y en favor de los derechos del pueblo gitano y judío.