Para el próximo año 2025, Sevilla tendrá una nueva residencia de estudiantes en la Isla de la Cartuja de la mano de Yugo y Merkel Asset Managemen y con la ejecución de la constructora andaluza Jarquil, que cuenta con más de 35 años de experiencia. Se espera que el nuevo edificio, el cual contará con 496 habitaciones, esté terminado en verano del año que viene.
La constructora encargada de la obra ya ha trabajado en la ejecución de otras residencias, tanto de estudiantes como de ancianos. Entre sus trabajos se encuentran una residencia de ancianos en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada y otra en Sevilla, en la Macarena, que finalizará en marzo del próximo año. Todas ellas tienen en común que se han utilizado procesos de industrialización para su construcción.
A raíz del tema de la industrialización, el director general de Negocio de Jarquil, Diego Chacón, ha comentado que «la industrialización se está convirtiendo en un proceso clave en ciertos proyectos para poder acometer los exigentes plazos demandados por nuestros clientes. Los resultados que obtenemos externalizando ciertos capítulos del proyecto son óptimos y nos permiten adecuar los ritmos y la mano de obra tan escasa con que contamos en el sector y adaptarla a la demanda actual, en calidad y tiempos».
Proyecto
El proyecto se ha dividido en dos escalas. La primera la utilización de la metodología BIM para que el cliente tenga una mejor idea del proyecto final a la hora de rediseñar todas las instalaciones. En la segunda escala se han reconfigurado las instalaciones en su conjunto para optimizar los espacios y reducir inconvenientes que generan gastos.
«Todo este proceso de rediseño comenzó en febrero de 2024, durante la fase de estructura, tres meses antes del inicio de fabricación. Una vez cerrado dicho proceso de diseño, se dio arranque al proceso de fabricación y montaje en obra, consiguiendo rendimientos de 30-40 baños semanales, lo que nos ha permitido dejar instalado la totalidad de los baños en apenas cuatro meses desde el inicio de montaje. Esto supone terminar la unidad de baños cinco meses antes que con el sistema tradicional, o lo que es lo mismo, adelantar un 11% del presupuesto de la obra más de seis meses, algo que con la urgencia del proyecto, ayuda a garantizar fechas de finalización», comenta Miguel Arance, Director Técnico de Jarquil.
El resultado ha sido óptimo para todas las partes, tanto para el cliente como para la constructora, que ha podido cumplir con éxito dos de su cartas de presentación: la calidad de la construcción y el cumplimiento de los plazos.